abstracción
sinopsis
Cuando George Sand y Frederic Chopin decidieron pasar un invierno en Mallorca, era el síntoma inequívoco de que la enfermedad del romanticismo ya se estaba esparciendo por el mundo. Inspirado en «letra y espíritu» en los 24 preludios que el músico polaco compuso en la isla, dibujo una línea a través del campo mallorquín, al encuentro de los lugares donde aún hoy se puede sentir el eco de ese romanticismo primigenio que yo también padecí.
testimonio
Cuando dejé la ciudad para instalarme en el campo mallorquín hace ya un par de años, no podía dejar de pensar en como debieron haber sido aquellos días de 1838 en que Frederic Chopin habitaba la isla. El único testimonio, aparte de los escritos de George Sand en donde tiende a ocultar su presencia, es su propia música, particularmente los 24 preludios Op. 28 que compuso mientras estuvo allí. Además de ser una obra extraordinaria, virtuosa y musicalmente variada, marcó el nacimiento de una nueva forma musical, la cual apela a los apuntes, a las notas, a los bosquejos, en resumen, a la experimentación. El preludio me ayudó a contener el significado de esta traducción libre desde la música a las imagenes y también a modular el rango interpretativo de una experiencia ajena, la de un extranjero que como yo vino a esta isla detrás de una utopía.
estructura
La duración de los preludios es variable, 39′ es el tiempo de los 24 preludios juntos según la interpretación de Martha Argerich. Claudio Arrau y Maurizio Pollini también marcaron la manera de interpretarlos, cada uno con su sello e intensidad particular, por tanto también con una duración única. El orden de mi interpretación de los preludios también es libre, incluso su segmentación, cada pieza tiene su propia autonomía, yo propongo un orden que me parece el más adecuado pero que puede ser pasado por alto, mi propuesta está basada sobretodo en un criterio que respeta más la cronología de filmación que la numeración de los preludios hecha por el compositor polaco.
El orden sugerido es: nº24/nº17/nº20/nº3/nº2/nº14/nº6/nº21/nº8/nº22/nº15/nº11/nº16/nº4/nº7/nº12/nº23/nº10/nº13/nº9/nº18/nº5/nº19 y nº1.
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(english)
abstract
When George Sand and Frederic Chopin decided to spend a winter in Mallorca, was a sign that the romantic disease was spreading in the world. Inspired by the letter and spirit of the 24 preludes that polish musician composed on the island, I draw a line through the Majorcan countryside, looking for spots where nowadays still is possible to feel the echo of that primal romanticism that I also suffered.
statement
When I left the city to live in the Majorcan countryside for a couple of years, I could not help thinking as should have been the days that Frederic Chopin spent on that island harsh winter of 1838. The only testimony, besides the writings of George Sand which tend to hide his presence, is his music, particularly the 24 Preludes Op 28 he composed while he was there. Besides being a fine work, virtuous and musically varied, marked the birth of a new musical form, which appealed to attempts, to notes, to sketches, in brief, to the experimentation. The prelude as a way helped me to contain the meaning of this free translation from the music to images and the interpretation’s range on other´s experiences, a foreigner like me, who spent some time on this island by going behind a utopia.